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domingo, 3 de marzo de 2013

LLEVAR SIEMPRE LA CÁMARA ENCIMA


Las fotografías que se muestran en esta entrada no son producto de una cacería fotográfica, sino que han surgido de la oportunidad de llevar la cámara siempre encima.

Siempre llevo una cámara encima.

Se puede pensar que es una obsesión; pero tengo mis motivos.

Llevar un cámara a todas partes nos permitirá encontrarnos con situaciones imprevistas que podremos documentar y guardarlas toda la vida; en muchas oportunidades tomar fotografías estéticamente muy buenas.

Pero también deberemos tomar ciertas precauciones para no llamar demasiado la atención; en todos los sentidos, no invadir zonas privadas, no tentar a los amigos de lo ajeno y, si no estamos seguros sobre sacar o no sacar la cámara de su funda o de su bolso, es mejor no sacarla. Más vale perder una imagen que perder la cámara.

Recordemos que siempre tenemos una cámara encima.

Esto será útil en la calle, en el trabajo, en la casa, en el autobús, en el metro… En el momento menos esperado aparece el elemento de inspiración y si no tenemos nuestra cámara nos habremos perdido una gran oportunidad.

Tenemos momentos o épocas en que no nos da ganas de salir a tomar fotografías y otros en que todo el tiempo estamos planificando una salida para tomar fotografías. Si estamos pasando por la primera de las situaciones, el sólo hecho de tener una cámara encima nos hará descubrir circunstancias en que, de no haber tenido la cámara hubiésemos perdido una buena imagen. Tenerla con nosotros nos hará mejorar nuestra visión fotográfica y al cabo de un corto tiempo veremos que tomamos más fotografías y se ha enriquecido nuestra inspiración.

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Tener nuestra cámara encima ayudará a que no se nos escape nada.

Alguien podrá decir que tampoco se le escapará nada, puesto que siempre lleva consigo su teléfono móvil. Pues, no nos engañemos, no será lo mismo. Por muchos megapíxeles que tenga la cámara del teléfono móvil. Lo que le faltará será un objetivo de calidad superior. 

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No habrá una segunda oportunidad. 

En ocasiones un determinado paisaje nos llama la atención. Al no tener la cámara con nosotros, nos propondremos volver al día siguiente. Pues, ya no es igual; la iluminación habrá cambiado y algunos elementos estará dispuestos de otra manera. Con nuestra cámara a cuestas no habremos perdido la ocasión.

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Tener la cámara encima también puede ser una distracción.

Supongamos que debemos llegar a un sitio a una determinada hora, pero por distintas circunstancias lo hemos hecho demasiado pronto; bien, dar un paseo con la compañía de nuestra cámara siempre nos permitirá descubrir algo que merezca ser fotografiado. 

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Llevar la cámara encima me da corte.

Llevar la cámara encima nos permitirá tomar infinidad de fotografía que no hubiésemos tomado por temor a llamar la atención. 

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Proyectos fotográficos personales.

Si estamos preparando un proyecto fotográfico, llevar la cámara siempre encima nos permite tomar una fotografía relacionada con el proyecto si encontramos casualmente elementos o escenarios fotográficos compatibles con dicho proyecto. Incluso puede despertar nuestra inspiración para realizar un proyecto nuevo.

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Los caminos de siempre.

Hay sitios por donde pasamos a diario (ir al trabajo, al supermercado, a comprar el periódico, etc.) donde nada nos llama la atención. Hasta que nos damos cuanta que tenemos encima nuestra cámara y vemos las cosas diarias de otra manera; con visión fotográfica.

Así iremos descubriendo elementos y situaciones que pueden transformarse en una fotografía.

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Mejorar técnicamente el manejo de nuestra cámara.

Tener la cámara siempre encima hace que tomemos más fotografías. Ello hace que conozcamos cada vez mejor a nuestra cámara y, por lo tanto, cometamos menos errores. Al mismo tiempo, al tomar más imágenes podremos ver con más claridad donde están esos errores y cómo corregirlos. 

No es obligatorio estar permanentemente tomando fotografías.

Que llevemos la cámara siempre encima no significa que tengamos la obligación de estar todo el tiempo fotografiando todo lo que veamos. Pero, tengamos en cuenta que cuando veamos algo que merezca ser fotografiado, tendremos nuestra cámara encima y no desperdiciaremos la oportunidad.