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viernes, 27 de julio de 2012

MÁS DETALLES DE NUESTRA CÁMARA

No estamos conociendo detalles simplemente por conocerlos; nos serán de mucha utilidad para obtener buenas fotografías.

SENSIBILIDAD

Como si se tratara de una película fotográfica el sensor de nuestra cámara posee una determinada sensibilidad a la luz. La diferencia con la película fotográfica reside en que podemos variar la sensibilidad del sensor para obtener los resultados fotográficos deseados.

Dicha sensibilidad se mide en unidades denominadas ISO y según la gama de cámara que tengamos, serán las posibilidades de variar la sensibilidad ISO.

Hablemos de una cámara sencilla; su sensibilidad podrá variar desde AUTO (automático) hasta 800 ISO (64-100-200-400-640-800). En algunas cámaras podrá llegar a 1600; pero no mucho más.

 
¿Para qué sirve esto?

Estábamos utilizando la cámara en AUTOMÁTICO y cuando queríamos fotografiar al grupo familiar en el jardín y de noche, a pesar que disparaba el flash, la foto estaba oscura. Es que para que entrara toda la familia en la foto teníamos que la cámara a 5 metros de distancia. La potencia del flash difícilmente permita una buena iluminación más allá de los 3 metros.

¿Cómo lo solucionamos?

Vamos al menú de la cámara, buscamos donde pone sensibilidad ISO, lo quitamos de AUTOMÁTICO y lo ponemos en 200 ó 400 (habrá que probar con cual de los ISO obtenemos mejor resultado).

 
La modificación de la sensibilidad no solo se utiliza para fotografiar por la noche. Muchas veces, durante el día, queremos obtener una imagen en la sombra y el uso del flash, nos modifica el resultado que pretendemos y si hacemos que no dispare el flash, la foto está muy oscura y no se aprecian los detalles que nos interesan. Entonces, aumentamos el número de ISO.

Pero… Siempre hay un pero… No todo será alegría… Cuanto más aumentamos el ISO, más “ruido” (esto no tiene nada que ver con el sonido, en fotografía digital, se llama “ruido” a lo que en fotografía analógica se llamaba “grano”) tendrá la foto. Por lo tanto, habrá que evaluar si preferimos una foto algo menos iluminada pero sin “ruido” o algo más iluminada y con un poco de “ruido”.


jueves, 26 de julio de 2012

CONOCIENDO NUESTRA CÁMARA

Poco a poco nos ocuparemos de conocer una cámara compacta y sencilla.

En primer lugar debemos leer el manual. No todo es fácil de entender rápidamente, pero hacerlo nos familiarizará con lo básico.

Ya sabemos donde está el botón disparador pues hemos hecho la primera fotografía, y por el mismo motivo, también conocemos donde está el mando del zoom.

 
Debemos aprender algunas cosas más:

¿Lleva pilas o batería? ¿Dónde está o están ubicadas? ¿Son recargables?

En las siguientes imágenes se pueden ver pilas recargables, una batería, la ubicación de la batería en una cámara que además muestra la ubicación de la tarjeta de memoria y la ubicación de las pilas en una cámara.
 
 
 
Generalmente todas las baterías son recargables. La ventaja es que su duración de la carga es habitualmente mayor que la de las pilas y su desventaja es el precio. Debemos aclarar además que cuando la cámara lleva batería, junto con ella viene un cargador.

En cambio, las pilas pueden ser recargables o no. Las recargables no son baratas (especialmente si son de buena calidad). La ventaja fundamental es que si te quedas sin carga, en cualquier kiosco compras pilas alcalinas y puedes seguir tomando fotografías hasta que llegues al sitio donde poder cargar las que tenías. En este caso, el cargador no viene provisto con la cámara.

Las imágenes que vamos tomando se almacenan en una tarjeta de memoria (algunas cámaras tienen además una memoria interna con poca capacidad).

¿Qué tipo de tarjeta de memoria posee nuestra cámara? ¿Cuál nos conviene más?


 

Como puede verse aquí, hay varios tipos de tarjetas de memoria. Hoy en día, la mayoría de las cámaras fotográficas utilizan tarjetas “SD” y, por lo tanto, al ser las más difundidas, son las más baratas.



   
Con respecto a la capacidad, me parece que no se justifica tener una tarjeta de gran capacidad para una cámara compacta sencilla. Se podrá opinar de otra manera, pero, para mí, con una tarjeta entre 2 y 4 GB estaría bien. Su precio varía entre 5 y 30 euros aproximadamente. ¿Por qué tanta diferencia? Por varias razones: calidad, marca, prestigio de la marca, velocidad de escritura y lectura, picardía del vendedor, etc.


RESOLUCIÓN

Bien, ya hemos tomado nuestra primera fotografía. La miramos en la pantalla de la cámara y nos gusta. Entonces, nos entusiasmamos y comenzamos a disparar fotos a diestra y siniestra. Estamos conformes. Vamos al ordenador; descargamos las fotos, las miramos en detalle y en realidad, de las 50 fotos que hicimos, sólo nos gustan 30. Pero nos gustan de verdad.

Pensamos: no es lo mismo verlas en el ordenador que impresas. Por lo tanto, vamos al laboratorio y pedimos que nos impriman las 20 fotos que más nos gustan a 10 x 15 cm (no más grandes, para no gastar mucho dinero). En 30 minutos estarán listas.

Tomamos un cafelito y volvemos al laboratorio. Realmente están bonitas… Pero hay una de ellas que está “muy, pero muy bonita”. Pedimos en el laboratorio que la amplíen a 30 x 40 cm. El empleado nos dice: no se puede; como máximo a 13 x 18 cm.

¿Qué pasó? ¿Por qué? ¿Si se la ve muy, pero muy bonita?

Es una cuestión de “resolución”. Tiene una resolución de 640 x 480 pixels y pesa 300 KB. Debería tener una resolución mínima de 1280 x 960 pixels y pesar 1 MB.

Entonces, lo que debemos hacer es elegir en el menú de nuestra cámara la mejor resolución. Esto hace que quepan menos imágenes en nuestra tarjeta de memoria; pero más vale la calidad que la cantidad. Además, las tarjetas de memoria tienen cada vez más capacidad y son cada vez más baratas.

¿Cómo nos damos cuenta cuál es la mejor resolución de nuestra cámara? Deberemos ir al menú de la cámara y buscar calidad de imagen, o tamaño de imagen y elegir el mayor número de pixels. Ésta será la imagen de mejor calidad y a la hora de imprimir en papel nos permitirá hacerlo a un mayor tamaño.

En el caso de nuestra fotografía que no podía ir más allá de una impresión de 13 x 18 cm, si la resolución hubiese sido de 2048 x 1536 pixels con un peso de 3 MB, la podríamos haber ampliado hasta 50 x 70 cm, sin perder calidad.

 
Por ejemplo: éstas son dos resoluciones diferentes de la misma fotografía. La primera podremos ampliarla hasta 30 x 40 cm manteniendo una calidad aceptable puesto que su resolución es de 840 x 1163 pixels. En cambio, si quisiéramos ampliar la segunda foto al tamaño mencionado, la veríamos así de mal, debido a que su resolución es de 87 x 120 pixels.

martes, 24 de julio de 2012

EL FLASH INCORPORADO

Se llama así al pequeño flash que, como su nombre lo indica, ya viene incorporado a la cámara.

 
Como habrán podido observar el flash algunas veces se dispara y otras no. ¿Por qué? Porque, como hemos dicho al principio, estamos trabajando en “automático”; por lo tanto, cuando la cámara detecta que hay luz suficiente, no dispara el flash y cuando considera que la luz es insuficiente, lo dispara.

Pero, algunas veces ocurre algo que no nos gusta al ver la foto: tomamos las fotografías en un momento del día de mucha luz, el flash no dispara automáticamente y los rostros que hemos fotografiado están oscuros. Esto se debe habitualmente a dos razones: el sol está muy alto debido a que es el mediodía (esto provoca sombras en la cara) o el sol esta a espaldas del sujeto que fotografiamos (hay mucha luz, pero en el lado contrario al sitio donde la necesitamos). Esto se corrige seleccionando en la cámara “activación del flash” y se reconoce por el símbolo de una flecha en zigzag. De esta manera, la cámara seguirá enfocando en modo automático y el flash se dispara aunque haya mucha luz. Esto iluminará los rostros. Se denomina flash de relleno.


 Símbolo de flash activado


  
 
Como bien se puede ver en esta fotografía, el sol está frente a la cámara y detrás del sujeto (observar la sombra en el suelo). El flash de relleno ayudó a tener mejores detalles de la cara del sujeto. Primera foto sin flash. Segunda foto con flash.

De momento, nos dedicaremos a lo más simple. Oportunamente nos referiremos en forma más extensa al flash incorporado.

Bien, con estas simples explicaciones, ya podemos tomar fotografías. No serán para ganar concursos, pero podemos tomar fotografías.

Repasamos:

· Encender la cámara.

· Ponerla en automático.

· Encuadrar (recordar acercarse o utilizar el zoom, si es necesario).

· Presionar suavemente el botón hasta la mitad para que la cámara enfoque.

· Continuar presionando para que la cámara dispare.

Si el sol está muy alto y produce sombras en la cara o está en la parte posterior del sujeto que queremos fotografiar, activar el flash.

Ya está.

LOS FAMOSOS MEGAPIXELS

HABLEMOS BREVEMENTE DE MEGAPIXELS

Ocupémonos sólo un corto párrafo de “megapixels”. Esto es para los que saben mucho de fotografía. Los que sabemos poco, no tenemos que pensar en los megapixels de una cámara. Las cámaras actuales ya poseen una buena resolución en megapixels como para obtener fotografías que se pueden ampliar a un tamaño aceptable (20 x 30 y hasta 30 x 40 cm aproximadamente).

Habrán escuchado decir, presumiendo, mi cámara es de 14 megapixels. ¿Y? ¿Qué significa? Se refiere a ciertas características (resolución) del sensor. Esto permitirá una ampliación de mayor tamaño si el sensor es de mayor resolución, y si haces una buena foto con una cámara con muchos megapixels, la foto será muy buena; pero si haces una mala foto, con muchos megapixels será muy mala.
 


 
Si estas imágenes fueran dos sensores, es evidente que la primera tiente menos cuadraditos (pixels) que la segunda. Por lo tanto, esta última nos permitirá guardar más información y ampliar más la imagen, conservando una buena resolución.

¡¡¡Olvida los megapixels!!! Las buenas fotos comienzan en la córnea de tus ojos (el primer elemento transparente de nuestros ojos) y terminan en el lóbulo occipital de tu cerebro, que es quien reconoce la imagen que estás viendo.

Para hacer buenas fotos no es necesario tener cámaras muy caras y con muchos megapixels. Hay que “saber mirar lo que el común de la gente no ve”.

ENCUADRE

Por lo tanto si comenzamos en automático, lo primero que intentaremos hacer es “encuadrar” adecuadamente lo que queremos fotografiar. Recuerden: “encuadrar”. Oportunamente hablaremos de la regla de los tercios (¿qué es eso?)… Todo a su tiempo.

Cada vez que hacemos nuestra primera fotografía, los individuos de la foto están lejos y se ven pequeñitos. Estamos en un bar con unos amigos y habitualmente hemos fotografiado a nuestros amigos, las dos mesas próximas, los amigos de los amigos de las mesas próximas y el camarero que está en la barra. Por lo tanto, “acerquémonos” sin ningún temor. Y si hay algo que impide que nos acerquemos, recordad que la mayoría de las cámaras, por simples de sean, tiene un zoom que permite acercar la imagen sin movernos de donde estamos.

Con respecto al zoom aclararemos lo siguiente: las cámaras poseen un zoom óptico y un zoom digital. Es recomendable no utilizar el digital (las fotos pierden calidad).
 


En estas dos fotografías que se han puesto de ejemplo; la primera deja mucho espacio que distrae la atención y le quita protagonismo a la moto. En cambio, en la segunda fotografía, la moto es la protagonista debido a la modificación del encuadre. En este caso, el acercamiento se logró mediante el zoom.

Como se puede ver claramente, sin ser una gran fotografía, la segunda es una fotografía superior a la primera y lo único que se cambió fue el encuadre.


lunes, 23 de julio de 2012

PRIMERO "AUTOMÁTICO"

Todos los cursos de fotografía comienzan con una temario más o menos extenso y algunas veces aburridos. Habitualmente el tema 1 es “Historia de la fotografía” y el tema 2 “Características de una cámara fotográfica”… Pues… ¡¡¡Olvídenlo!!!

Ahora tenemos en la mano una cámara fotográfica y lo primero que vamos a tratar de aprender es “cuando y como apretar el botón”.

Por supuesto, que debido a nuestra “fotoignorancia”, utilizaremos la cámara en automático. Ya tendremos tiempo de aprender más cosas. Por ahora “automático”.


PUES SÍ... GANÓ UN CONCURSO...

Ésta es la fotografía que ganó un concurso con la camarita de 4 megapixels.


Por lo tanto, tú también puedes hacer una linda foto sin una cámara sofisticada.

MI PRIMERA CÁMARA DIGITAL

Bien… Basta de cháchara y vayamos al lío…

En primer lugar, os presento a mi primera cámara digital:


En realidad, cuando la compré, deseaba otra más sofisticada; pero mi presupuesto daba hasta aquí. Me ha dado muchas satisfacciones. Aún la tengo; lleva conmigo 8 años. Funciona perfectamente. Tiene tan sólo 4.0 megapixels. La utiliza ocasionalmente mi niño de 10 anos de edad. Ah… Con esta “camarita” se obtuvo una fotografía que ganó un concurso en la Provincia de Las Palmas… Aunque no se pueda creer…

¿POR QUÉ ESTE BLOG?

La intención de este blog es que cualquier persona comprendida entre los 4 y los 104 años de edad se halle en condiciones de realizar una fotografía que posea los parámetros mínimos de calidad (según su propio criterio y no el de los demás) para sentirse satisfecha de haberla realizado.

En primer lugar, me presento; mi nombre es César Bertoldo y no soy fotógrafo profesional. Soy un aficionado a la fotografía, y pienso que todo el mundo puede hacer buenas fotografías, independientemente de la cámara que posea.

Deseo aclarar que “este blog no es para fotógrafos”, ni pretendo dar clases de fotografía. Hay mucha gente que sabe mucho más que yo sobre fotografía y mucha otra gente que sabe dar clases muy bien, no sólo de fotografía, sino de muchas cosas más.

Quede claro entonces, que tampoco soy un docente de la fotografía, ni de ninguna otra cosa.

Muchas veces te habrás preguntado ¿por qué Fulanito logra hacer mejores fotografías que yo, si tiene una cámara pequeña muy similar a la mía?

Pues bien… Vamos a intentar que tú tomes iguales o mejores fotografías que Fulanito, con una cámara más simple o menos sofisticada que la de Fulanito.

La finalidad de este blog no es formar fotógrafos, ni hacer que gastes dinero mejorando tu equipo fotográfico. Simplemente que con tu sencilla y poco sofisticada “camarita” logres obtener buenas fotografías. Luego, con el tiempo, tu decidirás si deseas mejorar tu equipo y esmerarte para ser un aficionado avanzado, un profesional de la fotografía o, simplemente, hacer tus fotografías familiares un poco más bonitas y de mejor calidad.